Nuestros abuelos reciclaban la grasa de la carne para hacer jabón.
En nuestros días, los bisnietos reciclamos la grasa de la carne y aceite
que desechamos después de cocinar en combustible, cosméticos,
y aditivos para la comida de animales entre otros ciertos de productos para
nuestro beneficio. Incluyendo en ésta ecuación para reciclar,
los sistemas nuevos para capturar, separar y reciclar la manteca y los aceites
que provienen en las corrientes residuales de la cocina.
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En los últimos cuarenta artos, hemos visto un crecimiento drástico
en la industria restaurantera. La proliferación de restaurantes dentro
de las ciudades ha creado problemas serios como: las obstrucciones en las líneas
del alcantarillado causadas por la grasa. En la Ciudad de Wichita, Kansas con
una población de 350.000 habitantes se llegó a la conclusión
que el 85% de las obstrucciones del alcantarillado fueron el resultado de la
acumulación de grasa en las tuberías. Los gerentes de los establecimientos
que sirven productos alimenticios reconocen que, la grasa acumulada dentro
de las tuberías del alcantarillado son la causa principal de los problemas
de salubridad. Las corrientes residuales que contienen grasa ponen en juego
las operaciones normales de los establecimientos alimenticios y al mismo tiempo
se convierten en un peligro para la salud dentro de estos establecimientos.
Una vez más, las autoridades de los distritos del servicio del alcantarillado,
están implementando programas que involucran multas económicas
para obligar que los establecimientos de las cocinas comerciales cumplan con
las normas establecidas en la comunidad. Los separadores de grasa son ahora
obligatorios y la documentación propia de su mantenimiento se está imponiendo
rigurosamente. Los establecimientos de alimentos existentes tienen dificultad
para modernizar sus separadores de grasa por que tienen espacios muy limitados,
complexibilidad en la plomería y problemas en los costos de construcción.
Afortunadamente existen productos económicos con tecnología nueva
que están disponibles y hacen posible que los establecimientos en locales
antiguos cumplan con las normas actuales estableadas en su comunidad.
Estos productos nuevos se encuentran en dos categorías: 1) unidades
automáticas para remover la grasa y, 2) interceptores de grasa compactos
de super-capacidad.
Unidades Automáticas para Remover la Grasa (GRDs)
Estas unidades están específicamente diseñadas para la
reparación y la extracción de las grasas que flotan libremente
(no-emulsionadas) en las corrientes residuales de las cocinas. La mayoría
de estas unidades están diseñadas para colocarse a un lado de
un aparato fijo de la cocina como una estación para pre-enjuague y en
los fregaderos donde se lavan y se retira la grasa de los trastes. Estas unidades
tienen componentes eléctricos que activan los mecanismos para calentar
y extraer la grasa y el aceite capturados diariamente. Por ejemplo, en unrestaurarte
concurrido para preparar hamburguesas, típicamente se extrae de 7 a
10 libras (3.2k a 4.6k) de grasa con una unidad automática para remover
grasa instalada para servir un fregadero de tres compartimientos. Porque la
grasa se extrae diariamente, está fresca, libre de agua y contaminantes
y es la apropiada para ser reciclada en combustible y cosméticos. Esta
grasa se ha retirado de las tuberías del establecimiento, reduciendo
drásticamente los altos costos de mantenimiento y de obstrucciones en
las líneas del alcantarillado.
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Las unidades automáticas para recobrar grasa GRDs ofrecen una instalación
muy sencilla y el más bajo costo para su operación ya que, los
empleados del mismo restaurante pueden vacar el recipiente para capturar la
grasa y el cedazo para capturar los sólidos. El costo de electricidad
usualmente es mínimo, con un promedio de $25.00 dólares por año.
Las unidades automáticas para recobrar grasa cuestan más que
las tradicionales, pero éste costo adicional se recupera inmediatamente
en un promedio de uno a cuatro años debido a su bajo costo en mantenimiento
y servicio. Otra de sus ventajas adicionales, muchas de las unidades para recobrar
la grasa GRDs como la popular Big Dipper® son fabricadas de materiales
sanitarios como acero inoxidable y polietileno, materiales que prolongan la
vida de su unidad hasta tres o cuatro veces más que la duración
de las trampas de grasa tradicionales fabricadas de hierro y pintadas, que
tarde o temprano se oxidan y están propensas a manchas insalubres.
Las unidades automáticas para recobrar grasa GRDs. son apropiadas particularmente
para servir a aparatos fijos que desechan cantidades elevadas de grasa en sus
corrientes residuales como las estufas chinas, hornos para rostizar y hornos
combinados para asar y cocer al vapor. Un horno para rostizar, puede desechar
diariamente hasta 15 galones (57 litros) de agua combinada con la grasa del
pollo. Típicamente, este líquido contiene un 70% de grasa, lo
cuál significa aproximadamente 10.5 galones (40 litros) de grasa pura,
de la cual se puede obtener una ganancia adicional si se vende y se recicla.
Al mismo tiempo que se están evitando y protegiendo de obstrucciones
las tuberías de los establecimientos y las tuberías del alcantarillado
municipal. En este caso, una unidad automática para recobrar grasa GRD
se paga por si sola en menos de 6 meses.
Interceptores de grasa compactos de super-capacidad (CSGIs)
Muchos establecimientos tienen zanjas y otros receptores en el piso, para
recibir comentes de aguas residuales con descargas de grasa que provienen de
los aparatos fijos de la cocina. Existen otros establecimientos que no generan
tanta grasa como las neverías, cafeterías y establecimientos
para la venta de bocadillos como sandwiches. Pero, que también tienen
que cumplir con las normas establecidas e instalar separadores de grasas de
alta capacidad para proteger el sistema de alcantarillado de la ciudad. En
muchas de éstas ocasiones, el espacio asignado para éstas instalaciones
es muy Imitado, dando paso a la necesidad de instalar los interceptores de
grasa compactos. Los interceptores de grasas compactos de super-capacidad como
Trapzilla®, se caracterizan por sus materiales de construcción anticorrosivos
como el polietileno y son lo suficientemente pequeños ser transportados
entre dos personas y, pasar a través de cualquier puerta de dimensiones
comercia les, pero son también lo suficientemente grandes para almacenar
cantidades de 150 k., a 275 k., de grasa. Estos separadores de grasa de super-capacidad
se han desarrollado en líneas de productos como módulos para
separar sólidos, adaptadores para montarse entre pisos y adaptadores
para incrementar su altura al momento de su instalación.
El reciclaje en el Siglo XXI es fructífero y lucrativo
La grasa que se recobra en un supermercado en donde los hornos para rostizar
están trabajando continuamente, se puede recobrar hasta $7,500 dólares
por año en grasa de alta calidad para el uso de combustible. La grasa
que se recobra de un restaurante de hamburguesas en donde se desecha la grasa
en el fregadero para lavar los trastes, puede tener un valor monetario hasta
de $750.00 dólares por año y tomando en cuenta otro beneficio,
son los ahorros de los costos de mantenimiento anuales que pueden llegar a
ser hasta de $1200 dólares. Con los precios actuales del petróleo
hasta de $100/por barril y con los pronósticos que en el año
(2015) pagaremos hasta $200/ por barril, la separación de grasa del
flujo residual será sin duda alguna una empresa muy lucrativa. Como
lo hicieron nuestros abuelos, nosotros también lo hacemos y reciclamos
la grasa desechada en productos valiosos.
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