Científicos de todo el mundo incrementan la investigación en torno
a los posibles daños al medio ambiente y seres vivos a causa de la
agricultura GM.
Mientras que, por un lado, integrantes de la Cámara
de los Comunes, investigadores y promotores de la
biotecnología agrícola sostienen la necesidad de continuar
con el estudio del cultivo y uso alimenticio de los
productos GM; por otro lado, activistas y partidarios de
algunas instituciones agrícolas rechazan la biotecnología
agrícola.
Ante este panorama tan controvertido, el influyente
periódico The Guardian publicó recientemente la nota
titulada: “Ya es muy tarde para cerrar la puerta a la agricultura y a los alimentos GM”. El reporte indica
que la controversia en Gran Bretaña continúa después
de quince años, a pesar del aumento de la agricultura
biotecnológica en el mundo, a pesar de la necesidad
de aumentar la productividad agrícola, y a pesar de las
importaciones recientes que Gran Bretaña ha hecho de
pasta y aceite de soya elaborados con semillas transgénicas
y que destina a la alimentación animal.
Todo lo cual indica que ya es hora de abrir oportunidades
para el diálogo.
Los argumentos sujetos a discusión versan sobre todo
en la seguridad al medio ambiente y la salud, así como
en la necesidad que tiene el mundo entero de aumentar
al doble la producción de alimentos y evitar al máximo
las pérdidas agrícolas con la aplicación de nuevas tecnologías
como la biotecnologia agrícola.
Los grupos anti-GM sostienen que se tiene que intensificar
la investigación en torno a la productividad real y la
seguridad de este tipo de cultivos, y abrir espacios a la
competencia; ya que, en la actualidad, la concentración
de producción, comercial e incluso de transportes de
semilla, fertilizantes y pesticidas se encuentra en unos
cuantos consorcios que ponen en ‘jaque’ la producción
agrícola, e incluso todo indica que tuvieron gran responsabilidad
en la crisis alimentaria global y el alza de
alimentos que se desató durante todo 2008.
La Cámara de los Comunes de GB recomendó al gobierno
la urgencia de “negociar con los activistas la
destrucción de cultivos GM” a fin de evitar daños a
la agricultura.
Mientras tanto, Michael Jack, director de un grupo ambientalista
afirmó que “Antes de proceder al rechazo
total de esta tecnología, es necesario saber que los
cultivos GM tienen un gran potencial de producción; no
obstante, todavía tienen un alto grado de incertidumbre
que debe estar sujeto a investigación”.
Por su parte, Anthony Jackson, miembro del Parlamento
señaló que no se puede afirmar que la biotecnología es
‘buena’ o es ‘mala’ sino una cuestión de cómo esta técnica
puede resolver el problema agrícola y cómo puede
producir suficientes alimentos para el futuro”.
(Fuentes: Soyatech, October 2009. http://greenbio.checkbiotech.org)