Un reporte reciente de International Policy Research
cuantifica la relación que existe entre el calentamiento
global y la seguridad alimentaria. La productividad de la
agricultura podrá sufrir una baja significativa hacia 2050
si el cambio climático continúa al mismo ritmo como
se presenta hoy en día, señaló un reporte publicado
en septiembre de 2009 en Estados Unidos; situación
que dejaría a otros 25 millones de niños en situación de
hambre y malnutrición; especialmente en los países en
vías de desarrollo.
El estudio realizado por el Instituto Internacional Policy
Research con sede en Washington, D.C., y es uno de los
más exhaustivos que se han realizado hasta la fecha. El
estudio se realizó con modelos cibernéticos elaborados
por el National Center for Atmospheric Research (NCAR)
en Colorado, y el Commonwealth Scientific and Industrial
Researh Organization (CSIRO) con sede en Australia.
Gerald Nelson, director del proyecto, señaló que en los
efectos más devastadores en Asia recaerán sobre los campos de trigo y arroz que utilizan irrigación. Nelson
señaló que de continuar el calentamiento global con el
mismo ritmo ascendente, para el 2050 la productividad
de los campos irrigados de trigo y arroz podrán reducirse
hasta en un 20-35% si se compaa con la productividad
potencial que tienen estos cultivos bajo un escenario sin
modificación climática.
El reporte subraya los efectos biológicos del cambio
climático que, sin duda alguna, afectarán los mercados
agrícolas mundiales, por la reducción en la producción
y alza en los precios. Como resultado, el consumo de
calorías disminuirá, y con ello también la malnutrición,
especialmente en países en desarrollo. El reporte sugiere
aumentar la inversión en productividad agrícola, y ayuda a
los agricultores para afrontar el cambio climático.
El cambio climático también tendrá diferentes efectos en
la productividad agrícola de acuerdo con el cultivo y la región
sembrada, así como en los precios de los principales
granos y de los productos cárnicos, porque un aumento en
los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera puede ser
benéfico para algunos cultivos y perjudicial para otros.
(Fuente: Nature Online, doi:10.1038/news.2009.963, September 2009)