El gobierno de Estados Unidos destinará este año un
mayor presupuesto para la investigación genómica
(Rama de la genética que estudia los organismos vivos
en términos del genoma o secuencia completa del
DNA) de las plantas, con recursos que estarán bajo la
administración del National Science Foundation (NSF)
y tendrá como objetivo central, acrecentar el conocimiento
de la función de los genes de las plantas y de
la interacción del genoma de las plantas con el medio
ambiente.
“Este incremento en el presupuesto para investigación
nos permitirá atacar grandes problemas”, señaló David
Salt, biólogo especializado en el estudio del genoma de
las plantas en la Universidad Purdue, Indiana. “De esta
manera, podremos llevar a cabo proyectos más integrados
y estar en colaboración con otros científicos”.
El NSF ha decidido patrocinar 32 proyectos enfocados
básicamente a plantas cultivadas, económicamente
importantes”; por ejemplo, el arroz del oeste de África,
el genoma del jitomate, el genoma de algunos árboles
y el de otras plantas.
En Austin, Texas, el NSF estudiará por vez primera el
genoma de los pastos (switch-grass) del oeste de Estados
Unidos, que se utilizan como heno o paja seca,
y se analizará la forma como estos pastos responden a
la sequía y a otros problemas asociados con el cambio
climático, y con ello, extender el conocimiento hacia
otras plantas y también ver la posibilidad de fabricar
biodiesel con este recurso natural. (Emily Waltz. Nature
biotechnology 28, 2010).