- 2007 se caracterizó por ser el año en que la presencia de
nuevas variables, particularmente los biocombustibles y los altos precios
del petróleo, determinaron el comportamiento de los mercados mundiales
de commodities agrícolas, además de las tradicionales relacionadas
con el clima y los rendimientos de los cultivos.
- La industria fabricante de biocombustibles está creciendo
aceleradamente por lo que requiere de un mayor volumen de commodities agrícolas,
cuya oferta se desvía ahora hacia usos distintos del alimenticio.
Hoy la demanda de energéticos se satisface con petróleo o con
productos agrícolas.
- Se genera así el debate sobre cuál debe ser el destino de
los granos y oleaginosas: ¿alimentos o biocombustibles?
Nuevas variables determinantes de la oferta y demanda de commodities
agrícolas impactan en precios de granos y oleaginosas
La producción de granos y oleaginosas en el mundo está ahora
determinada no sólo por factores agronómicos y meteorológicos,
sino por la creciente utilización de commodities agrícolas en
usos no comestibles, particularmente para la fabricación de biocombustibles:
biodiesel y etanol.
El crecimiento en la fabricación y demanda de biocombustibles es un
fenómeno global. Definitivamente, los aumentos en el precio del petróleo,
que en el último trimestre de 2007 han rondado los $100 dólares
por barril, estimulan la búsqueda de fuentes alternativas de energía
renovable.
No obstante, es innegable que las políticas de apoyo a la industria
de biocombustibles que dan los gobiernos de naciones como Estados Unidos, China,
India, Brasil, Malasia, Argentina y los países de la Unión Europea,
vía subsidios, estímulos fiscales y decretos que fijan niveles
obligatorios de mezcla de biocombustibles con gasolina o diesel, han sido un
factor indispensable para la rápida expansión de la capacidad
mundial de producción tanto de biodiesel como de etanol.
En este contexto, la demanda de aceites vegetales para fabricar biodiesel
está teniendo un crecimiento muy importante, lo que resulta en una reducida
oferta de aceites vegetales para los tradicionales usos comestibles. Los principales
aceites vegetales que se utilizan para fabricar biodiesel son: en Estados Unidos,
el aceite de soya; en la Unión Europea, el aceite de nabo o de canola;
en Asia, el aceite de palma. Desde luego, todos y cada uno de ellos tienen
y han tenido una utilización fundamental en la fabricación de
aceites embotellados y otros alimentos.
Las consecuencias de este nuevo escenario del mercado mundial de productos
oleicos se reflejan en la fuerte tendencia ascendente que han mantenido prácticamente
durante el transcurso de 2007 las cotizaciones de las semillas de soya y canola
y de sus aceites derivados en los pisos de remates de la Chicago Borrad of
Trade (CBoT) y del Winnipeg Commodity Exchange (WCE), alzas en precios que
hacen que las importaciones de estos productos tengan un alto precio de entrada
al país.
El impacto de esta nueva y creciente demanda para usos no comestibles de los
granos y las oleaginosas de manifestó con mayor magnitud a partir de
Septiembre de 2006, iniciando con una fuerte tendencia al alza en el precio
del maíz dado el gran impulso que otorga el gobierno de Estados Unidos
para la producción de etanol. Así, de Septiembre del 2006 a su
punto máximo, alcanzado en principio alrededor del mes de Marzo de 2007,
el maíz registró un incremento de poco más del 60% en
el precio del futuro cotizando en la CBoT. En los siguientes meses experimentó una
tendencia a la baja, al confirmarse que se sembrarían más hectáreas
de maíz en Estados Unidos, y al cierre de la última semana del
mes de Noviembre de 2007 la cotización del maíz se ubicó 6.5%
por arriba del precio del año anterior, aunque muy por encima de los
precios que se habían registrado en años previos.
El principal efecto del alza en el costo del maíz se dio para las oleaginosas,
especialmente la semilla de soya, cultivo que compite con el maíz por
las tierras cultivables en la Unión Americana. El reporte de programas
de siembras, dado a conocer por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos
(USDA, por sus siglas en inglés) a finales de Marzo de 2007 confirmaba
las expectativas del mercado: los agricultores estadounidenses optaron por
sembrar más maíz en 2007, disminuyendo en alrededor de 5 millones
de hectáreas la superficie sembrada con soya.
De este modo, a partir de Septiembre de 2006, los futuros del fríjol
soya, que cotizan también en la CBoT, siguieron el comportamiento ascendente
del maíz en lo que se convirtió en una agresiva competencia por
las tierras cultivables para la pasada temporada de siembras en Estados Unidos,
pero que se mantuvo a lo largo de 2007 previa a la época de siembra
también en América del Sur.
Algunos impactos para la industria mexicana de aceites, grasas y proteínas
Pero ¿cómo se ha reflejado este nuevo dinamismo del mercado
mundial de granos y oleaginosas para la industria aceitera mexicana? En el
caso de nuestro sector, como ocurre con muchas otras cadenas agroindustriales,
México es deficitario en la producción de semillas oleaginosas,
nuestras materias primas principales, por lo que las empresas aceiteras mexicanas
deben importar alrededor del 95% de las semillas necesarias para elaborar aceites
y grasas vegetales. En complemento a estas importaciones de semillas oleaginosas,
se importan también aceites vegetales crudos para su refinación
y embotellado en México.
De tal manera que el impacto en los costos de producción es directo;
como consecuencia de la menos oferta disponible para exportar en los principales
países productores de oleaginosas, el precio de las importaciones de
semilla, aceites y pastas en la frontera mexicana sufrió un drástico
incremento.
De Septiembre de 2006 a la última semana de Noviembre de 2007, el costo
de las importaciones de los frutos de la semilla de soya se han incrementado
en alrededor de 75%. En consecuencia, los aumentos en los precios de sus productos
derivados, aceite y pasta, en el mismo lapso Septiembre 2006 a Noviembre 2007
han sido de poco más de 70%. Los aumentos para las importaciones de
semilla y aceite de canola han sido del orden del 60%.
Un efecto adicional que ejerce la producción de biocombustibles sobre
el mercado mexicano de productos oleicos es la generación de volúmenes
adicionales de proteína vegetal destinada a la fabricación de
alimentos balanceados para la alimentación animal.
En caso de la molienda de soya, de acuerdo con cifras del semanario alemán
de análisis Oil World, influyente y reconocida fuente de información
para el sector aceitero en el mundo, durante el ciclo Octubre 2006/Septiembre
2007, la oferta adicional de pasta en el mercado estadounidense por este fenómeno,
fue del orden de 1.8 millones de toneladas; la prestigiada gerencia alemana
estima además que para el ciclo 2007/2008 que este volumen se incremente
a 2.7 millones de toneladas. Estos volúmenes adicionales de pasta de
soya representan una amenaza para la industria aceitera nacional dada la condición
de subproducto en la que se ha convertido la pasta aunada a que México
ha sido tradicionalmente un mercado de traspatio donde las exportaciones estadounidenses
pueden llegar incluso en condiciones de competencia desleal.
En lo que hace a la molienda de maíz para la producción de etanol,
uno de los subproductos que se obtienen son los granos secos de destilería,
mejor conocidos como DDGs, de alto contenido de proteína y grasa que
los ha convertido rápidamente en un sucedáneo o sustituto de
las pastas proteínicas tradicionales como son la soya, la canola, la
harinolina de algodón, entre otras, para la formulación de raciones
para alimentación del ganado bovino, porcino y aves.
La producción de DDGs en Estados Unidos ha registrado un importante
crecimiento a partir del año 2003, cuando se obtuvieron alrededor de
8 millones de toneladas, a los 17 millones de toneladas obtenidas en 2006 y
los casi 30 millones de toneladas métricas esperados para el cierre
de 2007. Asimismo, las importaciones mexicanas de este subproducto de la producción
de etanol han crecido en forma exponencial al pasar de 66 mil toneladas en
2003 a más de 800 mil toneladas la término de 2007.
Factores fundamentales de oferta y demanda mundial
Los mercados de semillas oleaginosas y aceites vegetales enfrentan una situación
de escasez, al sufrir un déficit en su producción. La demanda
adicional derivada de la industria de la bioenergía, apoyada por programas
gubernamentales en todo el mundo, es la principal causa del exceso de demanda
en relación con la oferta de granos y oleaginosas y sus productos.
En buena medida, la fuerte tendencia ascendente de los últimos meses
en las cotizaciones de los aceites de soya, palma y otros aceites vegetales
ha sido derivada de las importantes alzas que se dieron en los precios del
petróleo crudo y que dan a la industria de los biocombustibles una mejor
perspectiva.
Los futuros del West Texas Intermediate (WTI), la referencia a la calidad
promedio del petróleo obtenido en los campos occidentales de Texas,
y que se cotizan en Nueva Cork han estado estableciendo máximos históricos
prácticamente cada semana y cada vez están más cerca de
los $100 dólares por barril.
En este entorno, la consecuencia es clara: durante los últimos 12 meses,
los precios de la mayoría de las semillas oleaginosas, aceites y grasas
animales y vegetales y pastas proteínicas han registrado incrementos
muy importantes. Es muy probable que las cotizaciones de la semilla y del aceite
de soya finalicen el año 2007 en los niveles de precio más altos
en más de 3 décadas.
Ahora bien, los déficit de la producción mundial de oleaginosas
y aceites vegetales son consecuencia, además, de las poco favorables
condiciones meteorológicas y de las pérdidas en las cosechas
en varios países y regiones del mundo.
En breve, de acuerdo con los analistas del mercado, la importante tendencia
al alza en las cotizaciones de semillas oleaginosas, aceites y pastas que ha
caracterizado al 2007 es resultado básicamente de factores fundamentales,
entre los que destacan los siguientes:
- La escasez mundial de semillas oleaginosas prevista para el ciclo Octubre
2007/Septiembre 2008 es consecuencia de la drástica caída en
la producción mundial de oleaginosas en alrededor de 14 millones de
toneladas, por un lado, y por otro, de la creciente y fuerte demanda. En
este escenario, se espera una contracción severa de los inventarios
de oleaginosas en el mundo, del orden de los 18 millones de toneladas.
- La competencia por tierras agrícolas cultivables entre granos y
oleaginosas ya empezó. El gran incremento en la superficie sembrada
con maíz en Estados Unidos, durante las siembras de primavera de 2007,
es una de las principales razones que explican el descenso en las siembras
de soya y de la superficie total sembrada con oleaginosas en la propia Unión
Americana, pero también en naciones como China. Para las siembras
del 2008, es ahora el trigo el principal competidor de las oleaginosas, y
ya ha ganado una importante porción de las hectáreas que correspondían
a la cosecha de invierno de semillas de nabo en Europa y podría provocar
la reducción de las siembras de canola en Canadá en 2008.
- Con el nivel de inventarios inusualmente bajos para el trigo, esperado
para el cierre del ciclo 2007/2008, será necesario un significativo
incremento en la superficie sembrada con el grano en el mundo, en parte a
expensas de las siembras de oleaginosas. De tal modo que es posible que la
escasez de trigo en el ciclo 2007/2008 implique una mayor escasez de oleaginosas
en 2008/2009.
- En teoría existe una amplia superficie libre disponible para ser
cultivada. No obstante, los rezagos de tiempo que hay entre el momento en
que se presenta el incentivo de precios y el momento en que concreta un volumen
de producción es de 1 a 3 años para los cultivos anuales y
de entre 4 y 5 años para aceite de palma. Lleva tiempo encontrar la
tierra adecuada, prepararla, empezar la siembra y recoger la cosecha; en
el caso de la palma de aceite tienen que pasar 3 años desde que se
siembra hasta la primera cosecha de racimos de fruta fresca.
- Las alzas en los precios del petróleo a máximos históricos
han sido una variable determinante de la fuerte tendencia ascendente en las
cotizaciones de los aceites vegetales; lo mismo que los aumentos, también
a máximos históricos en las cotizaciones del oro. El crecimiento
en los precios del petróleo ha tenido varios impactos, de los que
se destacan dos en particular: (1) un mayor incremento en las tarifas de
fletes. Por ejemplo, el flete marítimo del Golfo de Estados Unidos
o de América del Sur a Europa y Asia se ha incrementado entre 60%
y 70%, respecto del costo del año anterior. (2) Los aumentos en las
cotizaciones de los combustibles fósiles fortalece la demanda de biocombustibles,
lo que estimula la producción de estos combustibles renovables y,
por ende, incrementa la demanda de aceites vegetales como materia prima para
elaborarlos.
- El consumo mundial de aceites vegetales se ha incrementado en un promedio
de alrededor de 7 millones de toneladas por año en 2004/2005, 2005/2006
y 2006/2007, volumen inusualmente elevado. Cerca del 42% de ese incremento
fue debido exclusivamente a la demanda de aceites vegetales para elaborar
biodiesel.
- La utilización de productos grasos para la fabricación de
biocombustibles ha aumentado el consumo de aceites y grasas en el último
año. Y como la producción no creció lo suficiente, se
ha tenido que reducir los stocks de aceite y grasas. En octubre 2007/Septiembre
2008, por segundo año consecutivo, el consumo mundial de aceites vegetales
superará a la producción, lo que resultará en una mayor
caida de los inventarios mundiales de aceites a un nivel que representará sólo
el 9.6% del consumo anual, el porcentaje más bajo de los últimos
20 años.
- Por otro lado, algunos gobiernos aplican restricciones a las exportaciones
o incrementan sus aranceles a la exportación, con el fin de reducir
los precios locales de aceites vegetales, granos y otros productos alimenticios.
Cuando estas medidas se instrumentan en los principales países exportadores
(en Indonesia para el aceite de palma, en Ucrania o Rusia para el aceite
de girasol y en Argentina para fríjol soya, aceite de soya, pasta
de soya y granos), el efecto en el mercado mundial de precios es alcista.
- Los factores fundamentales de oferta para el aceite de palma siguen siendo
alcistas en el corto plazo, ya que la disponibilidad mundial se encuentra
prácticamente estancada en el mismo volumen del año anterior
para el trimestre Octubre/Diciembre 2007 (lo que se compara con un crecimiento
promedio de 7%). Asimismo, los inventarios mundiales de aceite de palma así como
la razón de inventarios/consumo están en niveles muy bajos.
Ahora bien, las perspectivas de crecimiento en la producción mundial
para el próximo año son alentadoras: para Enero-Diciembre 2008
se estima un aumento en la producción mundial de aceite de palma de
3.8 millones de toneladas, lo que podría resultar en un aumento en
el descuento del precio del aceite de palma en relación al aceite
de soya.
- China ha incrementado significativamente sus importaciones de aceite de
soya, aceite de palma y aceite de nabo, así como de fríjol
soya. Es factible que el gobierno chino siga fomentando las importaciones
para elevar la oferta local y para provocar descensos en precio.
- Los gobiernos de diversos países, importantes consumidores e importadores,
han decidido ya o están considerando la reducción de aranceles
a la importación de aceites vegetales. Así lo han hecho ya
los gobiernos de China y de Rusia.
Efectos de los altos precios en la demanda
Los drásticos aumentos que han tenido a lo largo de 2007 los precios
de aceites vegetales han provocado una disminución en el consumo real
de aceites y grasas, tanto para alimentos como para otros usos.
El impacto de los altos precios había sido aminorado parcialmente por
el fuerte crecimiento económico que se presenta especialmente en naciones
como China e India, países que son además dos de los más
importantes consumidores e importadores de aceites vegetales. Sin embargo,
con los niveles de precios que se han presentado al cierre del mes de Noviembre
de 2007, cada vez son más los países cuyos consumidores tendrán
que ajustar sus cinturones y disminuir su utilización de aceites y grasas
y donde el consumo per cápita tenderá a desacelerarse, contrario
a lo que ocurría en años recientes.
Los productores de biodiesel también están sufriendo pérdidas,
debido a los altos costos de los aceites vegetales. La capacidad de producción
se ha incrementado demasiado rápido y muy probablemente alcance un total
mundial de 33 millones de toneladas al final de 2008. y existe un riesgo de
que la capacidad utilizada promedio caiga hasta 35% o menos el próximo
año.
Perspectivas y conclusiones
Los analistas del mercado de aceites y grasas coinciden en señalar
que no es raro que la producción mundial de semillas oleaginosas resulte
ser menor que la demanda. Sin embargo, la situación que se presentará durante
el ciclo 2007/2008 no tiene precedentes; y esto es debido a los siguientes
factores:
- El volumen en que el consumo mundial de oleaginosas superará a la
producción será un monto récord de 18 millones de toneladas,
de acuerdo con las proyecciones más recientes.
- También la demanda de granos superará a la producción.
Nunca antes se había dado la coincidencia de que tanto en oleaginosas
como en granos se presentara al mismo tiempo una contracción en los
inventarios. Los stocks mundiales de granos caerán a un mínimo
histórico, en relación con el volumen de consumo.
Como consecuencia, al cierre del ciclo 2007/2008, se tendrán muy reducidos
inventarios de granos y de oleaginosas en el mundo. Y como se ha venido comentando,
es seguro que en 2008 se dará una competencia por las tierras cultivables
entre oleaginosas y granos, lo destacable es que con las recientes pérdidas
adicionales de las cosechas, esta competencia se volverá más
agresiva.
Pero la razón principal de la escasez actual de granos y oleaginosas
no es la Madre Naturaleza, sino el incremento del consumo de productos agrícolas
para la fabricación de biocombustibles, situación que es ahora
muy evidente pero que empezó alrededor de hace 4 ó 5 años.
Y las perspectivas apuntan a que la situación actual del mercado mundial
se mantenga en los próximos años, dada la creciente expansión
de la capacidad de producción de biodiesel y de etanol en el mundo.
Quedan para la reflexión las opiniones de diversos especialistas que
señalan que el mundo podría enfrentar una grave crisis alimentaria
a partir del 2008, a menos que la utilización de productos agrícolas
para fabricar biocombustibles disminuya o bien, que se presenten condiciones
ideales de clima que permitan obtener cosechas con altos rendimientos en 2008.
Los expertos de los mercados de oleaginosas y granos señalan que es
necesaria una reevaluación de las políticas gubernamentales sobre
biocombustibles alrededor del mundo. Las cotizaciones han alcanzado niveles
tan elevados que los gobiernos deberían empezar a reconsiderar sus objetivos
de utilización de biodiesel.
Actualmente, las políticas de biocombustibles y sus metas de consumo,
anunciadas por varios países para 2008 y los años siguientes
(especialmente la mezcla obligatoria con diesel y gasolina) son muy ambiciosos.
Mayores objetivos de mezclas de biodiesel se volverán vigentes en 2008,
lo que creará una “carga de demanda adicional” que el mercado
mundial de aceites y grasas no puede satisfacer, al menos no en 2008 ni en
2009.
De acuerdo con los expertos de la publicación europea Oil World, dichos
objetivos deben reducirse con el propósito de desacelerar el crecimiento
en la producción mundial de biodiesel en el mediano plazo. De darse
lo anterior, sería un cambio significativo que impactaría a la
baja en los precios de los aceites vegetales, semillas oleaginosas y pastas,
de los niveles actuales insulsamente altos.
El consenso es que las políticas gubernamentales para impulsar la producción
de biocombustibles deben ser revaloradas, particularmente con respecto a sus
impactos globales. La seguridad alimentaria y la satisfacción de la
demanda de alimentos deberían estar dentro de sus objetivos prioritarios.
Las cotizaciones actuales de granos, oleaginosas, aceites vegetales y pastas,
ubicadas en o cerca de niveles récord, parecen sugerir que es urgente
y necesaria la intervención de los gobiernos. El riesgo latente es que
la continuación de las políticas actuales provocará una
mayor tendencia al alza en los precios de oleaginosas y derivados, a niveles
muy superiores a las ya de por sí altas estimaciones que se tienen para
2008.
Nota Importante: En Aniame nos esforzamos
por presentarle diversos puntos de vista sobre el comportamiento de los mercados
de productos oleicos. Nuestras fuentes son servicios especializados de análisis
y corredurías que realizan estudios y que son reconocidos como confiables.
Nuestra labor es ofrecerle un resumen general de las diferentes opiniones que
circulan en los mercados. Desde luego, las afirmaciones aquí vertidas
están sujetas a cambios inherentes a la propia naturaleza de los mercados
de commodities y no pretenden ser en absoluto recomendaciones, consejos ni
sugerencias de compra ni de venta de frutos o de bienes físicos.
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