Factores dietéticos muestran influencia en el patrón del sueño.
El ritmo circadiano –el reloj interno que regula el proceso fisiológico-
puede alterarse con un excesivo consumo de grasas, señalaron los científicos.
Este hallazgo sorpresivo sugiere una interrelación muy compleja entre
el reloj corporal y el metabolismo, con implicaciones en ciertos padecimientos
como la diabetes y la obesidad, reportó Heidi Ledford en la revista Nature on
line el pasado 6 de noviembre de 2007.
El ritmo circadiano tiene un ciclo cercano a las 24 horas y se sabe que está regulado
por la luz del día y los horarios de la comida. Estudios previos mostraron
que la alteración del ritmo circadiano induce a las personas a consumir
una mayor cantidad de alimentos ricos en grasas. En un estudio reciente mostró que
los niños que tienen alteraciones del sueño también presentan
problemas de sobrepeso. Este hecho llevó a los investigadores a indagar
los enlaces que existen entre las alteraciones del ritmo circadiano y las condiciones
de salud como la obesidad, enfermedades cardiacas y la diabetes.
Josepin Bass, endocrinólogo de la Universidad Northwestern en Evanston,
Illinois, cambió la dieta a un grupo de ratones en la cual el 45% de
las calorías provenian de grasas, y monitoreó su ritmo diario.
Los ratones que consumieron grandes cantidades de grasa presentaron ciclos
de 23.8 horas diarias, mientras que el reloj corporal de los ratones de control,
cuya ingestión calórica incluía únicamente el 16%
de grasas, fue de 26.6 horas, un ciclo mucho más largo. El cambio del
tiempo interno ocurrió antes de que los ratones ganaran peso, pero los
investigadores no registraron cambios en el porcentaje de grasa corporal.
“Esta es la primera vez que un reporte realmente muestra el impacto
de la alimentación en la expansión molecular y de la conducta
del ciclo circadiano”, señaló Eve Van Cauter, investigadora
del sueño en la Universidad de Chicago, Illinois, lo que explica, en
parte, el incremento en las dificultades para ir a dormir en tiempos razonables,
explicó. “Esto puede dar como resultado problemas de insomnio,
obesidad y diabetes”.
la relación entre el ritmo circadiano y el metabolismo no es una sorpresa,
señaló Bass, porque los dos sistemas pueden compartir muchos
patrones de algunos genes asociados con el cambio del metabolismo de los lípidos
en ciclos de 24 horas, y algunos receptores nucleares que están interconectados
con los genes. Además, las mutaciones en los ratones del ritmo circadiano
y el reloj genético muestra signos de cambios metabólicos que
están regulados por genes involucrados en el apetito.
Precisamente cómo una dieta rica en grasas puede alterar el reloj circadiano
parece elusivo, pero los resultados están a la vista. Algunos investigadores
sostienen que la conexión entre el status de nutrientes y el tamaño
del reloj el reloj puede ser indirecta. Los hábitos de la comida de
los ratones que consumen más calorías durante el día,
cuando normalmente duermen. Esto puede provocar cambios en los hábitos
de la comida, más que un resultado por el reloj corporal, señaló Hitoshi
Ando de la Universidad Ando de Kanazawa en Japón, Ando ha estudiado
el impacto de los alimentos ricos en grasas en el reloj corporal de ratas hembras,
pero únicamente ha encontrado un efecto mínimo. La razón
de esta discrepancia todavía no es muy clara, señaló.
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