“Para el 2050 el mundo entero deberá duplicar la cantidad de alimentos en la misma extensión de tierra cultivable”, señaló el Dr. Clive James, director del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA por sus siglas en inglés). Meta que parece imposible de alcanzar y que, sin duda alguna, constituye un reto para la investigación y el desarrollo de tecnologías agrícolas que puedan sustituir o convivir simultáneamente con sistemas ancestrales.

En el marco de la conferencia magistral Biotecnología agrícola ante los retos de la crisis alimentaria y el cambio climático, el Dr Clive James, acompañado del Dr. Kevin Pixley, Director asociado del Programa Global del Maíz, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Dr. José Luis Solleiro, Director general de vinculación de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacaron que las estimaciones de población y recursos renovables disponibles para el 2050 requerirán de innovadores desarrollos científico-tecnológicos a fin de garantizar la seguridad alimentaria que se requiere para alimentar a más de 9,000 millones de habitantes.

Para reducir el riesgo de contar con menos alimentos, el Dr. James señaló que, hasta la fecha, los cultivos biotecnológicos son muy eficientes y por ello, de 1996 a la fecha, cada año un importante número de países se incorpora al cultivo de esta técnica con resultados exitosos. En la actualidad, 25 países cuentan con cultivos biotecnológicos en 800 millones de hectáreas, 13.3 millones de agricultores, en su
mayoría (90%) pequeños productores de bajos ingresos.

Ahorro de tierras agrícolas y agua
En México 0.1 millones de hectáreas se destinan a cultivos biotecnológicos; entre los cuales, la canola y la soya entran en el grupo de oleaginosas. La aplicación de la biotecnología para la agricultura de oleaginosas en México es una buena respuesta para satisfacer la cantidad de semillas y granos que requiere la industria alimenticia nacional, las que después del maíz y del trigo, son la principal fuente
de energía. Con la biotecnología agrícola aplicada a las oleaginosas es posible tener cultivos con pocos requerimientos de agua y con capacidad para soportar períodos de sequía. De esta manera se evitan pérdidas importantes en la producción agrícola que a su vez se traduce en la disponibilidad de alimentos a precios accesibles y con los requerimientos nutricionales adecuados.

Como todo nuevo descubrimiento, es evidente que tendrán que continuar los estudios sobre los efectos de la biotecnología agrícola en los suelos, los efluentes acuíferos y la biodiversidad; sin descontar, por supuesto, los posibles efectos en la nutrición humana y animal. Para asegurar el desempeño de estas tareas, el Dr. Clive James señaló que uno de los retos de la biotecnología agrícola para el futuro es establecer sistemas normativos responsables y eficientes que sean adecuados para los países en desarrollo con recursos limitados. Y, sobre todo, hizo énfasis en la necesidad de mejorar la comunicación con la sociedad con respecto a los atributos y el potencial de los cultivos biotecnológicos, benéficos, en varios aspectos, vitales para el mejoramiento de la nutrición, el cuidado del medio ambiente y la economía nacional.

“La biotecnología agrícola ofrece importantes beneficios para
que los cultivos se adapten a las condiciones del cambio climático,
permitiendo que las plantas sobrevivan con menos agua e
incrementen su productividad en condiciones de sequía”.
Dr, Clive James

Beneficios de los cultivos biotecnológicos
• Mejor productividad y mayores ingresos – El incremento de la población mundial, concentrada en su mayoría en grandes megalópolis y que demanda, al menos 2,000 calorías diarias por persona, lo cual tiene que traducirse para los próximos años en una producción agrícola de granos y semillas más eficiente y sustentable para que la industria alimenticia pueda producir alimentos básicos para el consumo humano y animal. En este sentido, el Dr. James señaló que de 1996 a 2007, el 56% de las ganancias agrícolas se debió a la reducción de costos y 44% a una ganancia en la producción agrícola biotecnológica”.
• Protección de la biodiversidad – El Dr. James señaló que la doble producción de cosechas en la misma área cultivada permite la protección de diversos complejos ecológicos, lo que en consecuencia es protección a zonas naturales ricas en biodiversidad, como lo es México.
• Efecto ambiental – La biotecnología “reduce la necesidad de insumos externos. Ahorro de pesticidas y otros agroquímicos que se traducen en conservación del suelo y del agua”, señaló el Dr. James.
• Alimentos seguros – La biotecnología ha demostrado la producción de alimentos tan seguros o más seguros que los convencionales porque requieren de menores cantidades de agroquímicos y son semillas diseñadas a la medida de los requerimientos de la industria alimenticia.

El Dr. James puntualizó que, si bien la biotecnología agrícola es un sistema de producción de alimentos altamente eficiente, no es la panacea total, y no es “un planteamiento único capaz de mantener la sustentabilidad de la producción de alimentos, forraje y fibra para el año 2050”.

Por esta razón, señaló James, es necesario utilizar varios sistemas agrícolas en una misma región, continuar con la investigación de múltiples enfoques que consideren todos los problemas de la alimentación y que incluyen:

• Establecimiento del crecimiento demográfico.
• Mejores sistemas de conservación y distribución de alimentos.
• Un componente tecnológico esencial con una estrategia de mejora de cultivos que integre lo mejor de las técnicas convencionales y lo mejor de la biotecnología a fin de optimizar la productividad y contribuir a la seguridad de alimentos, forraje y fibra.

Hacia el futuro de la agricultura en México
El Dr. José Luis Solleiro apuntó que “la agricultura y la agroindustria están en el umbral de un profundo cambio, pues la demanda global y los precios de los alimentos están creciendo, después de haber tenido un largo declive. Este comportamiento del mercado ofrecerá grandes oportunidades a aquellos que puedan responder a esta demanda y México tendrá que actuar en consecuencia”.

Por su parte, el Dr. Kevin Pixley señaló que “para enfrentar los retos globales que ya aquejan a la población mundial es necesario invertir, investigar y desarrollar todas las tecnologías agrícolas disponibles que han redundado en mayor productividad y mejor aprovechamiento de los recursos naturales, que van desde la agricultura de conservación y el fitomejoramiento, hasta la biotecnología agrícola”.