Notas de aceite
Festejamos los… ¡Cien años de vida de Don Pepe!
Por Susana Garduño SolanaOct 31, 2007, 13:03
Recuerdo en este momento una lección que con toda probabilidad don Pepe leyó allá en sus años mozos y captó muy bien. Cuenta la Iliada que Zeus, el dios inmortal, preguntó a Menéalo, uno de los héroes mortales: “¿De qué te sirve la gloria y la fama si careces de la fuerza interior que mueve el espíritu hacia el triunfo?”
Gran lección que ilustra la importancia de la fuerza y el coraje, como un “don” y que a don Pepe lo ha motivado a vivir en plenitud, sin que nada ni nadie le sea indiferente, cosa que para algunos quizá sea terquedad, necesidad, o para otros quizá insistencia. Cierto. Todo es según el color del cristal que se mire; sin embargo, en conjunto, todas estas cualidades han señalado el sendero que son Pepe ha recorrido: un mundo ancho, con rectas y vericuetos que bien ha sabido aprovechar o sortear.
Vitalidad y energía caracterizan la personalidad de don Pepe, indispensables pata mantener el sentido de la vida, el amor y el interés por el trabajo. Energía no siempre fácil de encontrar para la mayoría de las personas, y difícil de mantener conforme pasan los años marcados por los vaivenes y los altibajos de alergias, tristezas, éxitos y fracasos, así que: ¿De dónde saca don Pepe tanta energía? ¡Admirable!
A mediados del siglo XIX Frederik J. Teufer y su esposa decidieron emprender la aventura en América, y de Alemania llegaron a la entonces recién industrializada ciudad de Detroit, en donde nació Herman J. Teufer, padre de don Pepe. Años mas tarde, Herman ya casado con María Sancriptán Aragón acepta un puesto de ingeniero en explotación petrolera y minera en México. Eran tiempos de Benito Juárez y la promulgación de las Leyes de Reforma, cuando florecía el afrancesamiento de la arquitectura mexicana de manifiesto en el Paseo de la Reforma y el Romanticismo estaba en su apogeo. Se asistía al teatro en donde Pepita Envil, madre del tenor Plácido Domingo representaba zarzuelas españolas; se escuchaban pianistas que interpretaban a F. Chopin, las sinfonías de Beethoven o las novedades de Tchaikovsky, al tiempo que las canciones y baladas de la música mexicana iban adquiriendo personalidad propia, siempre acompañadas por la guitarra, Música y representaciones que don Pepe disfruta con gran entusiasmo, incluyendo poemas de García Lorca. ¡Pleno romanticismo!
Papá Pepe le llaman sus hijos Lilia y Pepe, así como su yerno Manuel, sus nueve nietos y sus catorce tataranietos. Don Pepe lo llamamos sus compañeros de ANIAME y de Unilever. Don José le llaman los que lo tienen el gusto de tratar y dialogar con él, y todos lo conocemos y lo queremos por ser José Teufer Sancriptán.
“¿Qué se siente cumplir cien años don Pepe?-alguien preguntó a don Pepe el día de su cumpleaños, 16 de Abril. En ese instante, también me hice la misma pregunta y recordé que nació en 1907 el mismo año del natalicio de Frida Kahlo, personaje legendario de la historia de los años posteriores a la Revolución Mexicana, y me pareció que ya había pasado mucho tiempo, pero esperé la respuesta de don Pepe, quién primero sonrió y después comenzó a reír…
¡No hubo una respuesta concreta! Supongo que muy rara vez nos hacemos pregunta tan interesante como importante y parece que don Pepe aún no se la ha hecho. Pero, es evidente que don Pepe ha vivido muchas experiencias. Prácticamente todos los grandes acontecimientos del siglo XX, La primera y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra civil española, la Revolución Mexicana, la Guerra fría y tantas y tantas codas en invenciones, como el famosísimo automóvil Ford-T(1914), la aviación, la televisión, los viajes espaciales y las computadoras. ¡La revolución de los energéticos y de las comunicaciones que dominaron todo el siglo XX!
Don Pepe no es de las personas que le guste revivir el pasado como experiencia; más bien, con toda su lucidez y envidiable salud, reconoce que la historia forja el ánimo de los hombres, pero se mantiene en un presente bien vivido y evita machacar lo que se ha ido acumulando con los años. Gran respeto le guardan nuestros compañeros, y unos cuantos le escuchan con paciencia y le ayudan en lo que pueden. Todos admiran la disciplina que don Pepe ha mantenido durante toda su vida y es ejemplo a seguir para todos nosotros.
Los recuerdos mas repetidos por don Pepe de su vida giran en torno a sus padres, María y John, quién muere muy joven; sin embargo María con el mismo coraje que heredó don Pepe, aunado a ternura y probablemente cierta dureza y férrea disciplina, tuvo la energía para “sacar a sus hijos adelante”, de tal manera que don Pepe se vio en la obligación de empezar a trabajar a los 14 años en Bank of Montreal, siguiendo simultáneamente estudios de finanzas y comercio exterior.
Otro de los grandes recuerdos de don Pepe es el de su esposa Ana María Olivier Calzada, especialmente vivo por la emoción que sintió el día que, a bordo de un tren, tuvo el placer de escucharla cantar. El encuentro tuvo lugar durante el recorrido de México a Veracruz frente a uno de esos maravillosos paisajes de Córdoba o el Cofre de Perote que tan bien ilustrara José María Velasco.
Don Pepe y ana se casaron en 1931 y por 42 años formaron una feliz familia, hasta el fallecimiento de ella en 1972. Al año de casado, justo en 1932 don Pepe entró a trabajar en Productos de Maíz, empresa que iniciaba actividades en nuestro país. ¡Quién no recuerda la Maizena y sus deliciosas recetas. Don Pepe tiene bien presente que Maizena es la primer marca registrada en nuestro país y, maicena es una palabra asimilada plenamente en nuestro vocabulario y por tanto, en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua aparece como sustantivo o palabra de uso común. ¡Quién no recuerda el aceite Mazola y la publicidad que hacía como condimento para ensaladas, delicioso y benéfico para la salud. En 2000 Unilever adquiere productos de Maíz y don Pepe continúa siendo el empleado número uno en la empresa, integrando el equipo de la Gerencia de Asuntos Legales.
Desde 1975 don Pepe trabaja en ANIAME encargado de “trámites difíciles”, como alguien señaló algún día, precisamente por su tenacidad, porque en serio, don Pepe está encargado de patentes, registros de marcas, registros legales y la distribución de la revista ANIAME.
Interesante, pero casi imposible sería en este espacio describir la vida y obra de don Pepe, viajero incansable a casi cualquier rincón del mundo a donde tenga oportunidad de visitar. En sus años mozos, futbolista bastante bueno y ágil, y ahora futbolero de corazón, ya que en su opinión, los deportes mantienen el cuerpo en buenas condiciones de salud, ayudan a despejar el alma y fortalecen el espíritu y el sentido de la cooperación. En especial, a don Pepe le gusta el fútbol porque es un juego que más allá de su popularidad, tanto la dirección como la coordinación entre los jugadores hacen posible el éxito.
Vaya un fuerte abrazo para don Pepe.