Erradicar el hambre en la Tierra es la meta y para lograrlo, es necesario incrementar la producción y la productividad agrícola en paralelo con inversiones para la investigación, cuidado del agua e infraestructura.

La inseguridad alimentaria que prevalece en el mundo se ha profundizado y continúa siendo un problema muy serio para toda la humanidad. La FAO (Food and Agriculture Organization) señala que, a raíz del alza de precios en los alimentos y la crisis económica mundial, el número de personas que sufre diferentes grados de desnutrición se ha incrementado en forma significativa, de tal forma que para el 2025 el problema podrá llegar a 1,000 millones de personas con hambre, lo cual sería una situación insostenible.

Ante este panorama, el Director general de la FAO Jacques Diouf propuso la Cumbre mundial en Seguridad alimentaria a fin de tomar las decisiones necesarias para atacar esta crisis y eliminar el hambre de la Tierra. Diouf comentó que: “La crisis silenciosa del hambre –que afecta a la sexta parte de la humanidad, unos 900 millones- representa un riesgo muy serio para la paz y la seguridad mundial. Por ello, necesitamos urgentemente llegar a diferentes consensos para erradicar de una manera rápida y eficaz el hambre en el mundo”, y en 2025 garantizar alimentos seguros, suficientes y nutritivos para una población en constante aumento.

Una agenda para la acción
Es urgente que los países pobres desarrollen estrategias políticas y económicas para incrementar su producción y productividad agrícola. La inversión en agricultura deberá incrementarse de manera significativa porque la mayor parte de los países en desarrollo requieren de un sector agrícola más saludable, esencial para revertir Cumbre mundial FAO en Seguridad alimentaria el hambre y la pobreza; además es un pre-requisito para el crecimiento económico. La crisis alimentaria actual es resultado de la muy poca atención que se dedicó a este sector en los últimos 20 años con muy poca inversión para el sector, en muchas ocasiones relegado a un segundo plano. En forma directa o indirecta, la agricultura constituye la fuente de trabajo primordial y el ingreso para por lo menos el 70 por ciento de la población de escasos recursos económicos y pobreza alimentaria.

¿Cómo alimentar al mundo para el 2050? Previa a la Cumbre de Noviembre, el 12 y 13 de octubre de 2009 se llevó a cabo una reunión en Roma en la que se reunieron expertos en agricultura de todo el planeta. “How to Feed the World 2050?” (“¿Cómo alimentar al mundo para el 2050?”) fue el tema distintivo de esta reunión convocada por la FAO.

En esta reunión se examinaron los cambios tecnológicos necesarios para incrementar la producción agrícola mundial, al menos en un 70% más de lo que actualmente se tiene con el objeto de asegurar alimentos para los 2.3 millones de personas que se agregarán a la población actual.

Los principales retos a vencer son: el calentamiento global, la escasez de agua y la falta de tierras laborables. La adopción de nuevas tecnologías agrícolas fue precisamente el tema a discutir, necesario para hacer frente a estas limitantes de la productividad agrícola que ha decaído en forma significativa en muchas regiones del mundo.

Por ejemplo, en la década de 1960 la productividad agrícola por hectárea tenía un crecimiento anual de 3.2 por ciento; mientras que, para el 2000 tan sólo 1.5 por ciento, lo que significa que a este ritmo, no habrá suficientes alimentos para 9,000 millones de habitantes que para el 2050 poblarán la Tierra. La FAO estima que se requiere producir en forma adicional a las existencias actuales, al menos, 1,000 millones de toneladas de granos y cereales y 200 millones de toneladas de carne.

La producción de alimentos tendrá que enfrentar los efectos del cambio climático que repercutirán en la producción agrícola mundial, porque si la temperatura aumenta 2 grados centígrados, afectará la producción de maíz, trigo, arroz y oleaginosas; sin contar trastornos climáticos asociados como inundaciones, sequía, proliferación de plagas y aparición de enfermedades en las plantas.

Principales tecnologías agrícolas hasta la fecha:
• La agricultura de conservación utilizando cero-labranza.
• Agricultura con fertilizantes.
• Manejo racional de pesticidas y herbicidas.
• Agricultura con riego controlado.
• Agricultura orgánica.
• Biotecnología.

Inversión en investigación y desarrollo agrícola
Es evidente que para cada país, para cada región y para cada cultivo no habrá mejor inversión que la que se utilice para la investigación, el desarrollo agrícola y la producción de alimentos. Las autoridades gubernamentales tendrán que atender con mayor prontitud al sector agrícola, en forma paralela a la apertura de créditos, construcción de infraestructura y sistemas de ahorro de agua; todo ello, con la ventaja de saber que las inversiones en investigación y desarrollo agrícola son muy rentables y de largo plazo.

En un futuro próximo tenemos que ser capaces de producir alimentos agrícolas con precios accesibles a toda la población.