Economía
Un plan de 10 medidas del Banco Mundial para enfrentar la crisis alimentaria.
PorAgo 21, 2008, 15:16
Un plan de 10 medidas
del Banco Mundial
para enfrentar la crisis
alimentaria
Propone reducir los subsidios a la producción de biocombustibles con maíz y semillas oleaginosas. En colaboración con la FAO pondrá en marcha programas inmediatos para enfrentar la crisis de energía, tierras laborables y agua. Apoyo al aumento agrícola en un 50% propuesto por la ONU/FAO para el 2030.
Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial ha propuesto esta serie de medidas, en apoyo y en paralelo a la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial: Los Desafíos del Cambio Climático y la Bioenergía que se llevó a cabo en Roma del 3 al 5 de junio; una situación que de hecho, ya está afectando a los grupos de población más pobres y también a las clases medias urbanas que destinan más del 30% de su ingreso para la compra de alimentos.
Nuevo pacto de 10 medidas de política alimentaria bajo la iniciativa y acción del Banco Mundial
Primero: Financiamiento del Programa Mundial de Alimentos (FAO) que incluye compra de ayuda alimentaria a nivel local y asistencia humanitaria.
Segundo: Apoyo a las redes de protección social para grupos en situación grave en coordinación con la FAO, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, los bancos regionales y la sociedad civil.
Tercero: Apoyo a la investigación y desarrollo de semillas y fertilizantes, especialmente para países pobres y regiones específicas. La clave no es tan sólo proporcionar asistencia financiera sino garantizar la asistencia y uso inmediato de las semillas.
Cuarto: Aumento de la disponibilidad de recursos agrícolas y el gasto en investigación. Apoyo financiero al Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales.
Quinto: Inversión en el sector agroindustrial y trabajar con toda la cadena de valor, haciendo énfasis en el uso sustentable de la tierra, el agua y los recursos naturales, y garantizar el cumplimiento de las normas sobre inocuidad de los alimentos.
Sexto: Creación de instrumentos de gestión del riesgo y seguro de las cosechas para pequeños productores. Apoyo a los sistemas de monitoreo de las condiciones meteorológicas, y pago para compensar el precio de productos importados que se perdieron por sequías, inundaciones y otros fenómenos naturales.
Séptimo: Estados Unidos y Europa deben tomar medidas para reducir los subsidios, exigencias y aranceles sobre biocombustibles producidos con maíz y semillas oleaginosas.
Octavo: Eliminar las prohibiciones a la exportación que han provocado un aumento aún mayor de los precios mundiales.
Noveno: Acuerdo con la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, a fin de eliminar las distorsiones que producen los subsidios y los aranceles sobre productos agrícolas y crea un sistema mundial de comercio de alimentos más adaptable, eficiente y equitativo.
Décimo: Mayor acción colectiva para encarar los riesgos mundiales; en especial, los retos interrelacionados que plantean la energía, los alimentos y el agua, a fin de mantener existencias de “bienes mundiales” con reglas claras y equitativas.
Conclusión: En respaldo a estas medidas, el Banco Mundial pone a disposición de estas medidas de seguridad alimentaria 200 millones de dólares, especialmente para países en crisis profunda como Haití, Djibouti y Liberia para la compra de semillas y fertilizantes y para programas de protección social y apoyo presupuestario.
“Ahora todos tenemos muy claro cuál es el peligro” –señaló Zoellick. Las reuniones de Roma y del G-8 necesitan un plan definido para hacerle frente a la crisis alimentaria y de escasez de tierras laborables, de agua y pérdida de biodiversidad. (Fuente: www.worldbank.org/ June 2008).