Portal ANIAME

Eliminación de arancel a la importación de aceites Programa de Certificación de Calidad ANIAME Revista ANIAME Mensajes del presidente Reportajes Economía Tecnología Salud y nutrición Commodities Medio ambiente Seminario Notas de aceite Cultura Libros Crónica Entrevistas Mercados Datos Técnicos ACEITE DE PALMA Esquema del proceso de aceites comestibles Apéndice Calidad Biotecnología
Buscar
Búsqueda avanzada
El pronóstico del clima
 

Cultura


El real jardín botánico Kew de Londres celebra 250 años.

Por
May 25, 2009, 14:40

 

Conserva la colección de plantas, hongos y germoplasma vegetal más importante del mundo, y cuenta con un instituto de investigación de primer nivel. Darwin trabajó estrechamente con Joseph Hooker, entonces director del Kew Garden y colaboró en la colección de plantas, fundamento de la teoría de la evolución a partir de la selección natural.

 

El Jardín botánico Kew fue fundado a mediados del siglo XVIII por la princesa Augusta y su esposo Frederick, amantes de la horticultura y la botánica, quienes aprovecharon la oportunidad de vivir en una época en la que, con verdadera obsesión, se recolectaban, coleccionaban y describían plantas de todo el mundo, producto de las expediciones.

 

Kew resguarda 40 especies de especimenes silvestres que ya se han extinguido y una colección de más de siete millones de plantas que se han generado a partir de más de 30,000 especies diferentes. Es también el hogar de la flor más grande que se conoce y del famoso árbol “Old Lion” Ginkgo biloba que fuera plantado en 1762 por Frederick, justo tres años después que los jardines fueran abiertos al público y 50 años de que Darwin naciera. Cuenta también con el invernadero Amazon, construido por la reina Victoria en donde se encuentran enormes plantas acuáticas tropi­cales de hasta un metro de diámetro.

 

El jardín botánico tiene seis invernaderos con clima controlado y ocho estaciones de micro-clima en donde se cultiva y exhibe una importante colección de orquídeas y otras plantas tropicales. El complejo Kew posee la estructura de vidrio del siglo XIX más grande del mundo, conocida como The Palm House, dos galerías de arte y 40 diferentes edificios.

 

Para celebrar el 250 aniversario de su fundación, se inaugurará el invernadero Xstrata Treetop en donde se han cultivado árboles y plantas de gran altura, y que además, cuenta con un pasillo de 200 metros en donde se podrá apreciar el fenómeno de las “secuencias Fibonacci”; es decir, la fórmula matemática que siguen muchas plantas durante su crecimiento para enlazar; por ejemplo, las hojas o los pétalos.

 

Centro de investigación

El reciente inaugurado centro Wolfson Wing contiene una importante colección de hongos sin paralelo en el mundo.

 

El herbario resguarda el 98 por ciento de los grupos de plantas que existen; mientras que, el Laboratorio Jodrell realiza estudios de los componentes de las plantas que pueden explicar, por ejemplo, por qué algunas plantas pueden curar el cáncer y otras son capaces de combatir pestes. Esta es una de las razones más importantes de la existencia del Jardín Botánico Kew, no sólo preservar y estudiar las plantas, sino saber cómo las plantas pueden estar al servicio de la humanidad.

 

Y, de acuerdo con el Profesor Stephen Hopper, Director del Jardín botánico, afirmó recientemente: “En ningún momento de la historia, las plantas han jugado un papel tan crítico para la sustentabilidad de la vida en la Tierra. Si no cuidamos las plantas y los hongos; si no detenemos la destrucción de lo que resta de la vegetación silvestre; y si no reparamos y restauramos las comunidades de plantas más significativas de cada ecosistema; la calidad de vida de millones de personas, e inclusive la supervivencia de miles y miles de personas estará realmente en serio peligro”.

 

Las plantas son la base de la vida en la Tierra. Sin ellas, simplemente no es posible sobrevivir; el caso es que, se estima que un tercio de las plantas que se conocen hasta la fecha –cerca de 100,000 especies- están en serio peligro de extinción.

 

El Banco de Semillas del Milenio (MSB) con sede en Wakehurst Place en Sussex, Inglaterra ha sido descrito por Sir David Attenborough como el proyecto científico de conservación más ambicioso de la historia. Es el banco de semillas de plantas silvestres más grande del mundo y trabaja en coordinación con el Jardín Botánico Kew a fin de preservar y multiplicar las plantas.

 

Las semillas se almacenan a –20°C en un bunker bajo tierra- y de acuerdo con la opinión del Profesor Hopper, es producto de 250 años de colección, descripción y clasificación de plantas de todo el mundo; en un princi­pio, siguiendo el sistema de clasificación diseñado por Carl Linnaeus, y actualmente siguiendo técnicas de la secuencia del DNA.

 

Sean del lugar que sean y de la época que sea, los científicos del mundo entero se han comprometido a enviar al MSB una muestra de lo que, suponen, sean nuevas semillas. El MSB recientemente contabilizó la muestra un millón, un tipo de bamboo que únicamente produce semillas cada siete años. Hacia el 2010 el banco de se­millas tendrá en su colección cerca del 10 por ciento de un estimado de 300,000 semillas de especies de plantas. “Estas semillas son vitales para la conservación de la vida en la Tierra” –señaló el Dr. Paul Smith- “Se tendrá la capacidad de guardar las semillas en el banco por mucho tiempo, por más de 1,000 años, de tal manera que, las generaciones del futuro podrán volver a utilizar estas semillas y tener esa misma planta. Todo ello en beneficio de las futuras generaciones”.

 

Darwin y el mundo vegetal

Este año se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin (1809-1889) autor del Origen de las especies, una de sus obras, en donde explica la teoría de la evolución a partir de la selección natural; una gran revolución científica que logró transformar la manera de entender mejor el mundo de las plantas y de los animales. En 1831 durante el viaje en el barco Beagle en las islas Galápagos en el Pacífico, Darwin recolectó especimenes de plantas que todavía se conservan en el Herbatrium del Jardín botánico Kew y siguen siendo objeto de investigación.

 

Se espera que en el 2010 los investigadores finalicen el “Indice” de plantas, que el profesor Hopper describe como “el primer inventario mundial después del sistema de clasificación para los organismos vivos diseñado por Karl Linnaeus.” Sin embargo, la tarea ha resultado ser más complicada y larga de lo que Darwin supuso, puesto que, cada año, cerca de 2,000 especies son nuevas para la ciencia y es necesario realizar la descripción y la clasificación que requieren.

 

Se espera que el Jardín botánico Kew continúe trabajando a favor de la Tierra con la identificación de las plantas y de muchos hábitats que ahora están en peligro, y entonces, podamos todos juntos trabajar para salvarlos de la destruc­ción. “Una de las labores del Kew es brindar información y tratar de involucrar a más y más personas para que conozcan y conserven las plantas y su entorno.”

 

(Fuente: www.kew.org).

Enviar por e-mailVersión para imprimir